Más democracia interna, más partido.

Además de renovar el proyecto político, debemos mejorar la democracia interna del Partido, PSOE y PSN, convirtiéndolo en una organización viva, abierta y plural. Más que una maquina electoral o de poder, debe ser un espacio de convivencia democrática. La ciudadanía de izquierdas prefiere la pluralidad a la uniformidad, el debate a la imposición. Pero esa renovación no depende sólo de los necesarios cambios estatutarios, que se debatirán en una Conferencia de Organización, sino de un cambio de cultura organizativa, que asuma la necesidad de hacer partícipe a toda la militancia de forma directa (y a las y los simpatizantes en ciertos temas) de las grandes decisiones sobre el proyecto, los cuadros dirigentes y las candidaturas electorales.